LA POLÍTICA DE LA EQUIVOCACIÓN, O LA IGNORANCIA ABSOLUTA DE NUESTRAS AUTORIDADES POLÍTICAS.

LA POLÍTICA DE LA EQUIVOCACIÓN, O LA IGNORANCIA ABSOLUTA DE NUESTRAS AUTORIDADES POLÍTICAS.

Está de más decir, que nuestro gobierno comete constantemente errores de todo tipo y en todos los frentes. El que se encuentra actualmente en la palestra, son los asociados al Coronavirus, sea en la forma que se a enfrentado y tratado de controlar la pandemia, así como también, los problemas económicos agudizados por la cuarentena.

 

Desde un primer momento observamos como la ausencia de preparación de políticas sanitarias preventivas destinadas a enfrentar la enfermedad, se a traducido en el desborde de esta. En este campo, podemos argumentar que en realidad el gobierno no quiso tomar medidas sanitarias preventivas, ya que vio en la pandemia un mecanismo que le permitiera controlar la explosión social iniciada en octubre de 2019, justificando gracias a la pandemia, la salida de militares a la calle y la imposición de un toque de queda permanente, fortalecido con la cuarentena.

 

De cualquier forma, observamos como nuestras autoridades siempre reaccionan una ves ocurrido y agravado los hechos. Ejemplos de esto no cuesta encontrar, falta de insumos médicos, falta de respiradores, falta de camas clínicas, falta de personal capacitado entre muchas otras.

 

Pero una de las peores medidas sanitarias tomada por el gobierno para enfrentar la crisis sanitaria, fue decretada el día 24 de mayo, cuando se toma la decisión de que la ex Posta Central solo atienda casos asociados al Coronavirus, hecho que expusieron de la siguiente manera: “hemos tomado la decisión de convertir la Posta Central en el corazón de la batalla por el coronavirus en la Región Metropolitana, reconvirtiendo la totalidad de las 250 camas que tienen disponibles[1]”.

 

Esta medida fue tomada sin considerar que la Posta Central, según datos del departamento de estadísticas del Ministerio de Salud presta atención a un porcentaje importante de la población del gran Santiago. Las estadísticas nos muestran que semanalmente se atienden un mínimo de 3.402 personas (primera semana de enero de 2020) y un máximo aproximado de 110.634[2] (segunda semana de mayo 2020).

 

Nuestra autoridad al tomar esta medida omitió u olvidó el gran problema de salud que enfrenta el país fuera del Coronavirus, en otras palabras, invisibilizó todas las atenciones de urgencia y diversos problemas de salud que atiende la Posta Central, olvidó que en Santiago todos los sistemas de atención de salud están sobrepasados por la destrucción del sistema de salud público, y que del mismo modo existe una lista de espera de más de un millón de personas.

 

El gobierno no consideró que, al tomar esta medida, todas las atenciones de urgencia que realiza la Posta Central deberán ser derivadas a otros centros de salud de la Región Metropolitana, sobrecargando toda la atención sanitaría del gran Santiago, la que como se sabe, ya se encuentra sobrepasada por la pandemia.

 

Efectivamente el Coronavirus es nuestra principal preocupación, pero independientemente de esta pandemia, se siguen produciendo otro tipo de enfermedades y accidentes que afectan a la población de la capital, y al restar a uno de los principales centros de atención de urgencia, no solo sobre carga el trabajo de las y los profesionales de otros centros de salud, también, condena a la muerte a muchos y muchas ciudadanas que producto de la saturación de la atención sanitaria, quedarán sin atención, ya que como se expuso, las y los profesionales de la salud, no tendrán la capacidad de responder a las urgencias sanitarias de la población que no se encuentra enferma de Coronavirus.

 

La medida tomada que establece que la Posta Central, solo atienda a personas infectadas por el Covid 19, no responde a problemas sanitarios, por el contrario, no es más que una decisión política exitista, que pretende demostrar que las autoridades efectivamente se encuentran preocupada por la pandemia, y que están dispuestas a tomar todas las medidas necesarias para enfrentar la enfermedad, no importando el costo de la misma.

 

El problema es que el costo social y de salud asociado a esta decisión, lo pagaremos todos y todas, quienes tendremos uno centro de atención de urgencia menos en la capital. Pero esto no les preocupa a las autoridades del país, ya que las cifras de enfermedades y accidentes hoy no aparecen en los medios de comunicación, no son noticia, ya que la pandemia se a tomado todos los espacios de información y comunicación masiva.

 

Una de las pocas personas que se a preocupado de este tema, es la periodista Alejandra Matus, quien, en el mes de mayo, expuso un aumento significativo de las muertes por enfermedades respiratorias NO Covid 19., "entre el 3 de marzo y el 29 de abril de 2020[3]”, información que se transforma en relevante exclusivamente gracias a que una periodista se preocupó se saber que ocurría con las otras enfermedades que casi por obra de magia habían desaparecido de los medios de comunicación.

 

A la fecha ya han pasado tres meses desde que se inició la pandemia en Chile, 90 días que el personal de salud se a enfrentado a la enfermedad y sus consecuencias, a pesar de ello, ellas y ellos no se han vistos beneficiados con mejores condiciones de trabajo, o con la satisfacción de las necesidades de los recursos materiales para enfrentar la enfermedad, les siguen faltando insumos, no tienen tiempos de descanso, la posibilidad de reemplazos está totalmente limitada por la falta de capacitación de otros profesionales que se puedan hacer cargo de sus funciones.

 

Lo expuesto, se debe a que vivimos en un país, donde un porcentaje importante de médicos han decidido distanciarse del trabajo en los sistemas públicos de salud, sea por que no obtienen los salarios que desean, sea por que no cuentan con los recursos materiales para hacer frente a los múltiples problemas de salud de sus pacientes. Esta situación, a determinado que el sistema público de salud público no cuente con los profesionales médicos necesarios para enfrentar una situación de pandemia, y mientras esto ocurre, nuestras autoridades no han hecho nada, por el contrario, siguen defendiendo el sistema de salud privada, que beneficia no a sus pacientes, por el contrario, beneficia solos a los empresarios que lucran con la salud.

 

          Las autoridades políticas y económicas de nuestro país, que por ignorancia, desidia y avaricia han permitido que el sistema de salud público de nuestro país se caiga a pedazos, aún, y por desgracia, no han enfrentado el peak de las muertes de las y los ciudadanos por causas de falta de atención de salud, este se producirá a contar de mediados de junio cuando al Coronavirus se les sumen todas las enfermedades estacionales como: Resfrío, Gripe o Influenza, Faringitis, Bronquitis y Neumonía entre otras.

 

Finalmente, cuando paralelamente se produzca el peak de las enfermedades estacionales y el Coronavirus, la mortalidad en nuestro país aumentará significativamente. Paralelamente junto con este aumento, todo el sistema de salud público entrará en crisis, a consecuencia de la falta de insumos y materiales de salud, falta de personal capacitados, profesionales contagiados, enfermos y agotados, situación que agravará las condiciones sanitarias de todo el país.

Mario Paz Montecinos

Secretario de Los Hijos de Mafalda

La Palomilla Informativa del Pueblo Desorganizado.

El Mayor Compromiso con Nuestro Pueblo es la Organización.

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